Esta semana ha llegado a nuestro país la que se ha convertido en obra póstuma de James Gandolfini, actor al que todo el mundo podrá recordar por haber dado vida a uno de los mejores personajes de la historia de la televisión, el mafioso Tony Soprano. En esta ocasión también interpretara a un personaje con lazos con la mafia, pero totalmente diferente del poderoso Soprano, en el que sin duda ha sido uno de sus mejores papeles en el cine. Aquí es el dueño de uno de los bares en los que la mafia de Brooklin mueve su dinero diariamente, siendo un perdedor que antaño tubo que entregar su bar a la mafia y que no soporta ser un don nadie.
La historia comienza cuando el bar en el que trabajan Bob (Tom Hardy) y el primo Marv (James Gandolfini) es atracado y les roban un dinero que pertenece a la mafia. De vuelta a su casa Bob encuentra un cachorro de pitbull abandonado y apaleado en la basura de Nadia (Noomi Rapace) una misteriosa chica con un turbio pasado a sus espaldas. Bob y Nadia iniciaran una amistad a raíz del cachorro que se vera enturbiada cuando aparece el verdadero dueño del cachorro un personaje con problemas mentales y que además pertenece al pasado de Nadia.
La acción se desarrolla con un ritmo pausado pero magistralmente medido por su director Michael R. Roskan, viendo como Bob se esfuerza por hacer lo correcto tanto con Nadia como con el cachorro que ha encontrado frente a su dueño. Las cosas se complican cuando el bar en el que trabajan es el elegido por la mafia para ser el depositario del dinero negro el dia de la superbowl y vayamos viendo en el transcurso de la cinta que nada es lo que parece hasta llegar a un sorprendente climax que determinara tanto el pasado como el presente de Bob.
Sin duda una película muy interesante y un mas que digno epitafio cinematográfico para un gran actor como James Gandolfini.
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